Aquella tarde, me sentí solo y triste, acudí donde ella quise abrazarla y me esquivó, sin pensarlo dos veces me dijo que no la moleste y que ya no me amaba…. “Entiéndelo, YA NO TE AMO…! … Por que no te largas…!”
Un frió me recorrió el alma, retuve la saliva y no atine decir nada coherente, no abrir la boca, la respiración se me entrecortaba y los pies me empezó temblar…